El sol ha comenzado a despuntar por el horizonte, mientras nos dirigimos a la zona de la Marquesa, en el Estado de México, por la carretera federal, a bordo del Hyundai Accent GLS, la versión más equipada de este sedán compacto coreano, orgullosamente ensamblado en nuestro país, en Pesquería, Nuevo León.

Con cada kilómetro que avanzamos descubrimos que no sólo se trata de un vehículo visualmente atractivo, si no que, además, dinámicamente ha sabido comportarse a la altura de nuestras exigencias.

Y es que una hora atrás, mientras definíamos la ruta a seguir para esta prueba, nos tomamos unos minutos para darle una vuelta de reconocimiento a su carrocería.

Siendo honestos, la parte trasera del vehículo es uno de los elementos de diseño más atractivos, y luce mejor con el tono plateado que viste la carrocería; inclusive más que el frente, cortesía de las estilizadas calaveras que se integran a la perfección con los trazos remarcados en las vistas laterales; así como la caída del techo que describe una ligera curva desde el poste C hasta la tapa de la cajuela.

La parte frontal se distingue por la geometría de la enorme parrilla con dominantes horizontales que le otorgan cierta deportividad a su mirada, y que da cuenta del nuevo lenguaje de diseño de la marca.

Esto se refuerza, además de los faros estilizados, cuyas líneas nacen desde la punta del cofre y se extienden hasta la parte media de las salpicaderas delanteras, por las cavidades ubicadas en los extremos inferiores de la fascia que alberga un juego de luces de marcha diurna.

La vida en el interior es muy completa, pues tienes todo lo necesario para pasarla bien, desde encontrar fácilmente una postura de manjeo cómoda, hasta un nivel de equipamiento muy completo que incluye un sistema de infoentretenimiento que se manipula a través de una pantalla táctil a color de siete pulgadas, y en el que pudimos vincular con mucha facilidad nuestro teléfono celular gracias a las funciones de conectividad Apple CarPlay y Android Auto.

Por la calidad de los materiales y ensambles no encontramos nada que criticar, pues de antemano sabemos que, al ser un vehículo ensamblado en territorio nacional, ostenta toda la buena mano de obra que nos caracteriza.

Desde el puesto de mando es fácil descubrir que Hyundai ha privilegiado al conductor ofreciendo, además de unos asientos confortanles, una buena visibilidad a través del parabrisas, así como la sensación de seguridad y buen aplomo que transmite al volante.

Frena un poco antes de entrar a una curva cerrada y, justo antes de girar el volante libera el pedal, entonces notarás como la dirección sigue la trayectoria que has trazado de manera suave. La puesta a punto de la suspensión permite no sólo disfrutar de un paseo confortable si no que, además, contiene en muy buena medida el balanceo de la carrocería en los giros pronunciados.

Otra de sus grandes virtudes es el motor de cuatro cilindros 1.6 litros de aspiración natural que se esconde bajo el cofre, pues sus 121 caballos de fuerza y 111 libras-pie de torque, acoplado a una transmisión automática de seis velocidases, mueven con solvencia los 1,620 kilos que pesa el Accent sin sacrificar eficiencia, pues a de que nuestra ruta estuvo plagada de caminos en ascenso, logramos promediar un consumo de combustible cercano a los 20 km/l, nada mal.

En cuanto a seguridad, el Accent ofrece uno de los equipamientos más completos del segmento, pues incorpora bolsas de aire frontales, laterales, de cortina y de cabeza, frenos con ABS y distribución electrónica de frenado, entre otras.

De modo que si estás buscando un vehículo con buen espacio interior, buen nivel de equipamiento, que sea seguro, eficiente, y que además luzca muy bien, el Hyundai Accent es una de las mejores propuestas; el precio arranca en $224,300.

HYUNDAY ACCENT EN NÚMEROS

23.3
KM/L
Es el consumo de combustible en carretera que promete la ficha técnica

121
CABALLOS DE FUERZA
es la potencia que entrega su motor L4 1.6 litros

5
AÑOS
o 100 mil kilómetros es la garantía que Hyundai ofrece para el Accent