Jimmie Johnson corrió con suerte. La suerte de campeón.
El californiano se benefició de los problemas de sus rivales al título y, tras superar a Kyle Larson en el reinicio final, se adjudicó la victoria en la Ford EcoBoost 400, celebrada este domingo en el Homestead-Miami Speedway.
Así, ante un lleno total que explotaba en júbilo, el hombre de Hendrick Motorsports igualó a Richard Petty y Dale Earnhardt con siete campeonatos. Además, es su triunfo 80 en la Copa Sprint.
Larson fue segundo, seguido de Kevin Harvick, Joey Logano y Jamie McMurray. Kyle Busch, quien había reiniciado en el sitio 13 después de una estrategia de último segundo, llegó sexto.
Carl Edwards tuvo el mejor auto en las tandas largas entre los contendientes, al ir delante de ellos en gran parte del recorrido y liderar 47 vueltas. Incluso, había superado a Kyle Busch con 25 vueltas restantes, luego de una intensa batalla durante el último stint de carrera; sin embargo, un incidente del novato Dylan Lupton pocos giros más tarde atrajo una nueva bandera amarilla.
En el reinicio siguiente, el piloto del No. 19 patinó un poco los neumáticos y, ante un férreo ataque de Logano, ambos se tocaron, generando un incidente de nueve coches que incluyó un incendio en el de Martin Truex Jr.
Edwards, quien de nueva cuenta quedó cerca del título, asumió parte de la responsabilidad, al grado de ir a hacer las paces con el equipo Penske.
“Sabía que él estaba ahí, pero sentí que la carrera estaba ahí. Sentí que lo había superado”, dijo al salir del centro médico. “Arriesgué demasiado”.
Esto le permitió a Busch y Johnson apropiarse, inicialmente, de la batalla final, pero Logano se vio forzado a detenerse por cuatro neumáticos y reparar de forma mínima el chassis, algo que le copiaron varios, por lo que reinició en octavo sitio; en el rearranque siguiente, el hombre de Team Penske pasó a la tercera plaza, pero la bandera amarilla volvió por un accidente de Ricky Stenhouse Jr.
Esto provocó el último servicio para Busch, quien cayó fuera del Top 10 por lo que esto, junto con un mal reinicio de Logano, le abrió la puerta al campeonato.
Johnson había sido mandado al final del pelotón al inicio de la competencia por ajustes indebidos en su monoplaza, pero superó a la mitad de los participantes en siete vueltas; para el giro 15, ya estaba en el Top 15, pero nunca a la altura de Edwards y Logano.
En tanto, Busch se recuperó de una detención no programada en la vuelta 137, en la que erróneamente pensó que tenía un neumático pinchado, lo que lo colocó en una estrategia alternativa, aunque regresó a la pelea cuando Ryan Blaney se accidentó. Con 55 giros restantes, ya estaba en segundo sitio, pero luego de la feria de accidentes y de, incluso, ingresar en la última amarilla por llantas,
Nadie tuvo armas ante Larson, quien lideró 132 giros, pero también erró en el rearranque final.