Fernando Alonso visitó por primera vez el paddock de la serie IndyCar este domingo, en el marco de la tercera fecha de la temporada 2017, celebrada en Birmingham, Alabama.
Sin duda, el doble campeón de Fórmula 1 fue la sensación de la jornada, al ser asediado por la prensa y aficionados, aunque no fue impedimento para comenzar a observar la dinámica de un fin de semana de la categoría estadounidense. El español no solo fue testigo de la radiocomunicación de los integrantes de Andretti Autosport, sino que se subió al monoplaza de Marco Andretti e inspeccionó las características de los chassis Dallara, propulsados en su caso por Honda.
“Ha sido una semana o diez días increíbles desde el anuncio, estoy muy emocionado por esta oportunidad”, afirmó.
“Para cualquier piloto en el mundo, competir en las mejores carreras es el objetivo principal, contra los mejores pilotos y con los mejores y más rápidos autos del mundo. Entonces esto es lo que estoy intentando experimentar con esta aventura de la Indy 500, y la espero con ansias”.
Sin embargo, Alonso descartó cualquier participación permanente en la IndyCar, al anteponer su objetivo de lograr la Triple Corona del automovilismo (Indy 500, el Gran Premio de Mónaco y las 24 Horas de Le Mans” y su laureada trayectoria en el Gran Circo.
"Tomo esa carrera como único objetivo, esperemos que pueda ser competitivo y poder conseguirla un día, pero no me planteo correr todo el campeonato de IndyCar en el futuro". "Lo mío es la Fórmula 1, me siento bien ahí y seguiré en la Fórmula 1, si hago son carreras sueltas fuera de ella".
Alonso ocupará el vehículo No. 29, tendrá a Michael Andretti como estratega y a Gil de Ferran, ganador en Indy en 2003 y bicampeón de la extinta serie CART, como mentor; su primer acercamiento al óvalo de Indianapolis será el 3 de mayo, en un test organizado para él.
La edición 101 de la Indy 500 será el domingo 28 de mayo.