Casi se podía anticipar que de los 4 pilotos de la escuadra sur-coreana era el que más cerca estaba de la puerta, por cuanto también su contrato tiene término a fin de temporada. Pero el belga encontró entre los recorridos que más asustan en el escenario mundial, el escenario perfecto para una exhibición que lo revive.
Independientemente del final que ofrezca mañana el Rally de Italia ha sido un trabajo supremo de Neuville, a quien el mismo Latvala ha reconocido imposible de seguir y eso no es poco…
Pero por cierto, la ruleta sigue girando y premiando los números del Campeón, que con los retiros de Ostberg y Mikkelsen se corta todavía más en solitario hacia su cuarta corona.
En RC2 Cerdeña puso a consideración otra gran batalla, que solo la mediocridad conceptual de los comisarios ha decidido cancelar con una decisión que claramente expresa ligereza y poco empeño profesional.
Fuchs y Suninen fueron detenidos por un comisario en el sitio del accidente de Bertelli cuando el helicóptero llegaba para transportar al navegante del italiano. Ambos fueron notificados verbalmente de la neutralización del tramo y siguieron a marcha lenta. El resto, desde atrás. Lo hicieron a ritmo de carrera y en la confusión creada por esos tiempos, la veloz solución encontrada fue tomar el tiempo de la segunda pasada y establecerlo también para la primera.
Así gana Suninen la general, con Kopecky a 1m.19s.3/10 y Fuchs a solo 2/10 del checo.
No tuvo siquiera la posibilidad de beneficiarse con este error de lógica poco aplicada el fines Esapekka Lappi que precisamente a ritmo de carrera, se salió del camino en ese tramo que al final.. no cuenta para nada…
Es por demás evidente que jueces extraños a la actividad, que poco o nunca pusieron sus nalgas en un auto de rally poco pueden resolver en estos casos..
Mañana el final espera con cuatro tramos técnicos y aparentemente sin posibilidad de lluvia, con Ogier que –cualquiera sea el resultado- sigue imparable hacia su cuarta corona y Nicolás Fuchs que –parcialmente- desde hoy es el nuevo líder en la RC2.
Texto: Miguel Gramaglia